18/4/12

One Soul: Prologo + Capitulo 1



Prologo: El día normal en que lo anormal empezó.

Un día común de invierno, creo que fue en agosto, si soy sincero no logro recordarlo con certeza, si ella supiera esto lo mas probable es que ahora estaría estrangulándome o algo por el estilo. El cielo estaba nublado, sin embargo parecía que no llovería si no hasta muy entrada la noche. Durante la mañana desayuné junto a mi familia, mi mamá como era de costumbre, se había levantado muy temprano para tener listo el desayuno de todos, es decir; yo, mi hermana y mi papá. Por lo general desayunamos muy rápido, pues todos tenemos prisa a esas horas aun así siempre comemos todos juntos en la mesa, en cada comida esto es indispensable, o de otra forma mamá haría un escándalo diciendo que la familia se esta separando. El día de hoy, al igual que siempre, fui el ultimo en llegar a la mesa ya que me da mucha pereza levantarme en las mañanas, mas aun en días nublados como el de hoy, pero los desayunos de mamá siempre me revitalizan. De vez en cuando reviso si es que no le a puesto algún aditamento extraño, porque real-realmente me sobrecargan de energía, no tengo la menor idea de cómo logra eso con solo una leche caliente, un par de tostadas y un jugo de frutas. Al terminar de desayunar me fui junto a mi hermana en dirección a la escuela, ella es tres años menor que yo, pero solo está un año escolar más abajo, este año comenzó a cursar segundo medio ya que la adelantaron un par de años, es toda una cerebrito. A veces es conveniente tener a alguien inteligente cerca, pero otras… es algo muy molesto, debido a que en muchas ocasiones se considera muy adulta y actúa un poco presuntuosa, bueno a pesar de todo para mi sigue siendo mi hermanita menor.
Durante la mañana las clases transcurrieron normalmente, me junté con un par de amigos durante los recreos para no pasarlos solo, durante el almuerzo me dediqué a leer un libro, no es que me guste mucho leer, no soy intelectual ni nada por el estilo, es mas, mis calificaciones son tan regulares que no soy ni felicitado ni regañado, no se si sea algo bueno pero así es como soy, pero bueno, leer un poco de ves en cuando no sienta nada mal. Cuando comenzaba la última clase, camino a mi salón regresando del último recreo en el día, choqué con una chica, estaba tan distraído que ni siquiera la noté, solo me di cuenta de que había chocado cuando la escuché quejarse de dolor. Llevaba muchas hojas consigo, las cuales se dispersaron por todo el piso, me apresuré a recogerlas todas antes que se levantara y ofrecerle ayuda para llevar los papeles. Hasta ese momento no la había visto detenidamente, pero cuando me acerco para ayudarla a levantarse me sorprendí enormemente, era Eva Delás. No existía chico que no la conociera, era probablemente la chica mas popular de la escuela, sus calificaciones eran perfectas, era hermosa, incluso trabaja como modelo para algunas revistas, en los deportes, oí que era ganadora de un par de medallas en Tenis. Yo solo la conocía de mirada, jamás había hablado con ella ya que estaba un grado arriba, su clase era el 4ºC. Cuando la ayudé a levantarse no pude evitar ponerme un poco nervioso, ella notó que temblaba levemente y después de una pequeña risita, me sonrío amablemente mientras me decía.
-Gracias, eres muy amable.
En ese momento no pude evitar pensar, en lo hermosa que era, tan delicada. Tan refinada. Tan pura. Solo una frase apareció en mi mente: Fue creada tan perfecta.
Mientras caminábamos a la sala de profesores, que era donde llevaba todas esas hojas, no pude evitar fijarme mas detenidamente en su figura, su cabello era largo, liso y castaño, usaba un pinche negro para evitar que su pelo fuera frente a sus ojos, los cuales eran hermosos, verdes claros… cristalinos mas bien. No era muy alta pues solo me llegaba al hombro y mi estatura era bastante regular, era delgada y su piel parecía muy lisa, su pechos eran un poco mas grandes que el común de las chicas y tenia un trasero redondito y voluptuoso, realmente su cuerpo estaba bien balanceado. Me miró cuando notó que la estaba observando, inmediatamente desvié mi vista, ella no dijo nada solo se limitó a sonreír y seguir el camino.
Luego de entregar los papeles ambos nos fuimos por caminos distintos, en ese momento pensé que era el encuentro de mi vida con una chica como esa, en cierta forma me deprimí, pero luego me alegré al pensar que por lo menos había pasado algo distinto al común de todos los días. 
Al final de las clases me sentía tan feliz por ese evento fuera de lo cotidiano, que decidí hacer algo más fuera de mis planes. Me dispuse a animar al equipo de futbol de mi clase. Cuando llegué al lugar en donde seria el partido, este ya había terminado, fui al camarín de los chicos a ver si aun quedaba alguien para preguntarle por el resultado del juego, pero cuando llegue ahí no estaba ningún jugador, si no que solo su equipo sucio y sudado tirado por todas partes. Las selecciones de futbol de cada clase, usan un equipo designado por el colegio para cada partido oficial, sin embargo no pueden llevárselo a sus casas, por lo que dejan el equipo en los camarines para que el axuliar los limpie y puedan usarlo durante su próximo partido. En una esquina del camarín vi una pequeña sombra, al acercarme me sorprendí bastante, era un chica que estaba oliendo la ropa de los jugadores mientras se tocaba la entrepierna, y me sorprendí aun mas cuando reconocí a esa chica como Eva Delás. Cuando se dio cuenta de mi presencia, su rostro mostro una combinación de horror y sorpresa, inmediatamente sus ojos se pusieron llorosos y se le oía balbucear unas palabras.
-No… Tu no debías… no deben enterarse… ¿Por qué?
En ese momento no sabia que hacer, ella se había volteado y comenzado a tiritar. Podía oír en mi mente el grito desgarrador que daría, era como si la pudiera ver llorar frente a mi a pesar de que me estaba dando la espalda. Podía imaginar sus lagrimas caer a cantaros por su delicado rostro, sin saber el porque, las palabras empezaron a fluir solas de mi boca.
-No me importa…-Dije.- No me importa, porque esa eres tú, porque eso es parte de ti, no me importa… yo prometo proteger tu secreto.
Se volteó lentamente y aun sollozado me miró durante un rato, cuando la miré supe que mi perspectiva sobre ella había cambiado completamente, de que el altar en el que la tenia se había destruido, pensé en cuanto debió haberse esforzado para mantener oculta su forma de ser, la frustración que debió de sentir en ese momento al irse todo ese esfuerzo por el caño debido a un pequeño descuido. Todos la veíamos como una chica inteligente, delicada y muy educada, sin embargo ella en realidad era… una completa pervertida.
Luego de un momento Eva me dirigió la palabra y me preguntó mientras se secaba las lágrimas.
-¿Cuál es tu nombre?
-Axel Paz. –Respondí.
-Yo soy Eva Delás y tu Axel Paz me gustas.- Me dijo mientras sonreía, y a pesar del contexto en el que estábamos, su sonrisa era muy radiante y cálida.
-¿Cómo?- Respondí, sin saber si eso era algo bueno o algo malo, pero de algo estaba seguro, desde ese punto mi vida ya no seria tan común como antes.













Capitulo 1: Primer Amor.

Común, común, muy común, así era mi vida hasta el encuentro con Eva en el camarín de los chicos. Al día siguiente, ese evento parecía un sueño, todo transcurría como siempre, fui el ultimo en incorporarme al desayuno, mi papá me regañó nuevamente por esto, desayunamos rápidamente como es normal, mi hermana, Camila, al igual que todos los días se tardó mucho en arreglarse para salir, muchas veces le pregunté si tenía algún novio o un chico al que quería impresionar, porque era demasiado lo que se demoraba arreglándose, cuando me escuchaba preguntarle eso siempre se enojaba, me gritaba tonto y me golpeaba, nunca entenderé bien a las mujeres. Llegué un poco más tarde de lo normal, pues en el camino al colegio me encontré con un amigo que no veía hace mucho tiempo y me distraje hablando con él, menos mal Camila me advirtió que estábamos atrasados justo a tiempo. Las clases transcurrieron normalmente, los profesores hablaban, los alumnos decidían si escuchar o no y en caso de querer escuchar, si entender o no. Las oscuras nubes se movían lentamente para dar paso a un cielo azul, que no veíamos en muchos días. Todo era normal, por lo menos así lo era hasta la hora de almuerzo. Poco después de que la campana sonara, abrió de golpe la puerta de mi salón y entró gritando “¡Te encontré!”, era Eva quien sonriendo, fue directo a mi asiento y me dijo:
-Almorcemos juntos ¿si?
Cuando iba a inventar una excusa, ella tomó mi mano y me hizo seguirla. Llegamos a la azotea, entonces comenzó a hablar.
-Esto… sabes yo…-Me dijo.
-Espera, espera, ¿Qué sucede ahora, por que me arrastras así?- Le dije.- Llegas de la nada después de todo lo ocurrido.
- Hice un almuerzo para ambos y te traje aquí para que comiéramos. 
-¿Un almuerzo? 
-Si, bueno, siempre y cuando tu quieras probar…
-Sabes, -Dije sonrojado por la tímida expresión que ella tenia en ese momento.- es algo raro que una chica de tu edad le cocine a otro chico, ¿De donde sacaste esa idea?
-¿Tan raro es?, en una serie que miraba el otro día es algo muy común, así que pensé en intentarlo también.
-Mirabas una serie y te entraron ganas de cocinarle a un chico…
-No a cualquiera, quería cocinarte a ti.-Me dijo refunfuñando.
-¿Y qué serie es esa?- Pregunté sonrojado.
-Dije que quería cocinarlo, lo dije, lo dije…-Murmuraba para si misma entre pequeñas risitas y moviéndose de un lado a otro.
-¿Qué tanto murmuras?- Pregunté fingiendo no haberla escuchado.
-Nada, nada. Ven te mostraré a que serie me refiero.- Me dijo alterada y mientras se limpiaba la baba que le caía. 
Entonces me llevó a biblioteca, y en un computador me mostró dicha serie.
-Mira, está es. –Me dijo reproduciendo el capitulo.
En un principio la serie me parecía algo normal, era un dibujo animado japonés, un anime, he visto un par de ellos y muchas veces muestran a chicas preparándole la comida a los compañeros por los cuales se sienten atraídas. Sin embargo, el problema no era ese, si no lo que comenzaban a hacer los personajes de esta serie luego de unos minutos. Sin entrar en muchos detalles la historia era mas o menos así, la chica le entregaba el almuerzo que había preparado al chico que le gustaba, juntos comían su almuerzo en la azotea del colegio, mientras el chico comía lo que la chica le había preparado, está se acercaba y comenzaba a manosearle su entrepierna, él se sorprende solo por un segundo, luego deja la comida a un lado y empieza a acariciar los enormes pechos de la chica. Todo esto mientras se daban un largo y apasionado beso, en donde hacia mas contacto sus lenguas que sus labios, poco a poco ambos se desnudaban y comenzaban a tener sexo. Tenían sexo en muchas posiciones, las cuales varias no había visto jamás en mi vida, y también usaban muchos juguetes, de los cuales muchos de ellos no me resultaron muy agradables, para ninguno de los dos lados. Fácilmente la serie podía traumatizar de por vida a alguien con un criterio sensible con respecto al sexo.
-Hey, hey… ¡Eso no es una serie, es un Hentai! –Exclamé alterado.
-¿Hentai?
-Porno… porno japonés.
-Ah… ahora entiendo porque es algo subidito de tono.
-Yo no diría que solo algo, es muy subido de tono. –Dije sonrojado.
Luego de que se me pasara la impresión de ver eso, recordé que estábamos en biblioteca, viendo porno, con volumen máximo, automáticamente apagué el PC y tomé el brazo de Eva sacándola en dirección hacia la azotea nuevamente mientras cubría su rostro. Ya en la azotea comencé a reprocharle.
-¡Estas loca!, no puedes ver ese tipo de cosas en un lugar publico, todos se enterarían de… tu sabes… como eres en realidad.
-¿Solo por eso me sacaste de la biblioteca tan alterado?-Me preguntó extrañada.
-¡Porque mas seria!-Grité remarcando algo obvio. 
Comenzó a acercárseme, hasta que me acorraló en los barrotes de la azotea, luego con una mano rodeó mi cuello y la otra la escurrió por mi camisa hasta tocar mi pecho.
-Sabes, no es solo el almuerzo, -Decía mientras acercaba su rostro cada vez mas al mío.-también quisiera hacer contigo otro tipo de cosas que estaban en esa serie…
Entonces comenzó a acercar su rostro cada vez más, mientras su mano comenzaba a bajar desde mi pecho lentamente. Por un momento mi mente se nubló completamente, no sabia que pasaba exactamente, todo era muy confuso, pero recordé el día anterior y decidí apartarla, ella me miró extrañada.
-Yo… no quiero hacerlo de esta manera.-Dije.
Ella se quedó muda por un momento, luego puso una cara muy serena, se alejó un poco y mientras sonreía me dijo:
-No se que sucede, pero mis sentimientos están algo confusos. Tú no “me gustas”, “me gustas mucho” Axel.
Al escuchar eso me sonrojé bastante, Eva soltó una pequeña risita y me ofreció almorzar lo que había preparado. Estaba delicioso, realmente no había probado nada mejor hasta ese momento. Al comer algo tan exquisito, me di cuenta de que ella era completamente perfecta, ¡Dios, hasta era buena cocinera!, claro perfecta a excepción de su lado pervertido.
Cuando finalizaron las clases, ella me estaba esperando afuera del colegio, realmente no quería topármela, había pensado en escapar para no encontrarme con Eva pero el colegio tenia solo una salida, luego pensé en escalar el muro pero me di cuenta de lo estúpido que seria eso, no tenia mas opción que encontrarme con mi acosadora. Dijo que me esperaba para que nos fuéramos juntos a casa, acepté solo por cortesía pero en realidad no tenia ánimos de pasar mucho tiempo con ella. Durante el camino me preguntó muchas cosas. ¿Cuál es tu color favorito? ¿Tienes hermanos? ¿Cómo es tu mamá y tu papá? ¿Qué haces los fines de semanas? ¿Sabes tocar algún instrumento? ¿Cuál es tu música preferida? ¿Qué tipo de mujeres te gustan? ¿Cuál es la parte que mas te gusta de una mujer? ¿Eres virgen, no? ¿Cuál es la posición que mas te excita? ¿Cuantas veces te tocas a la semana? ¿Quieres saber cuantas veces me toco? ¿Te excitan estas preguntas? Y así me bombardeaba durante todo el camino con un sinfín de preguntas, que poco a poco comenzaban a convertirse en preguntas pervertidas, como estaba algo cansado, solo respondí un par de preguntas, las cuales ninguna fue de índole sexual. Al final terminamos llegando hasta mi casa, ella se detuvo y me dijo.
-Así que aquí es donde vives, es bueno saberlo, nos vemos mañana ¿ok?
Luego de eso dio media vuelta y se fue, quede completamente impactado, no caminamos juntos a casa, ella simplemente me siguió para saber donde vivía. Antes de que se alejara mucho, le grite.
-¡¿Para que demonios me seguiste hasta aquí?! ¡Además, mañana es sábado!
En ese momento quedé con una sensación bastante amarga y lúgubre, pero decidí no darle mas vueltas y olvidarme por el momento. 
A la mañana siguiente, cuando abro los ojos lo primero que veo es a Eva recostada al lado mío mirándome fijamente, la sorpresa de verla me había dejado inmóvil por unos segundos, luego ella me sonrió, eso me hiso reaccionar y automáticamente me alejé de ella, alterado por todo lo ocurrido le grité:
-¡¿Qué demonios haces aquí?!
-Buenos días.- Me dijo sonriendo.
-¡Que buenos días ni que mierda! ¡Contéstame!
-¿Por qué estas tan enojado? Vine aquí para que tengamos una cita -Me contestó Eva.-, además… no esperé que fueras tan rápido y ya me enseñaras tu cosita.
Entonces recordé que yo dormía desnudo… y me había levantado rápidamente de la cama para alejarme de Eva, justo cuando creí que ese momento no podía ser mas vergonzoso entra mi hermana a la habitación, durante unos segundos se quedó impactada, cuando reaccionó dijo.
-Siento interrumpir. – Mientras cerraba la puerta.
-¡Espera, no es lo que estas pensando, maldición! –Le grito desesperado.
Luego de que la tormenta se sosegara, hice que Eva abandonara mi cuarto y me esperara en la sala de estar, me vestí rápidamente. Entre más tiempo pasaba Eva con mi hermana mas riesgo corría. Vistiéndome y “arreglándome”, si es que así se le puede llamar, a una velocidad sobre humana, salí de mi habitación y corrí al comedor donde estaban Eva y Camila, ambas conversaban muy alegres, parecían haberse hecho… hecho… si, para mi desgracia se habían hecho muy amigas.
-¡Hey Axel!, porque no me dijiste que tenias una novia tan simpática. –Me dijo Camila. –De haberlo sabido la hubiese invitado antes a pasarse un rato por la casa.
-Pero que cosas dices, con solo poder venir a buscar a Axel para salir me conformo. –Le respondió Eva, riendo de forma muy picara.
-¡No es mi novia! –Respondí gritando. –Y tú no le respondas como si lo fueras, mas bien, ¿Qué haces en mi casa?
-Vengo a buscarte para que tengamos una cita. –Dijo sonriendo.
-Porque debería salir con… -Fui interrumpido por mi hermana.
-¡Buenísima idea, justo necesitaba a alguien que hiciera unas compras para mi en el centro! –Nos dijo mientras nos arrastraba hacia la puerta. -¿No tienen problema en hacérmelas, verdad?
-¡No voy a…! –Grito ya estando fuera de la casa, pero otra vez soy interrumpido por Camila.
-¡Genial, ya le dije a Eva que es lo que era, gracias! –Me dijo mientras me cerraba de golpe la puerta en la cara.
Por un momento guarde silencio, estaba en shock, ¿en qué momento lograron hacerse lo suficientemente amigas como para fraguar todo esto?, ¿era una compatibilidad natural?, de esas donde ves a un sujetos que no conoces pero piensas, “creo que me llevaría bien con el si le hablara”, ¡era algo así verdad!, las mujeres son aterradoras, muy aterradoras, ponerse de acuerdo tan rápidamente para hacer todo esto… En fin decidí preguntarle a Eva si efectivamente se habían aliado.
-Ustedes… ¿planearon juntas todo esto? –Pregunté.
-¡Si! –Respondió al instante y sonriendo.
-Al menos niégalo. –Refunfuñé avergonzado por lo hermoso de su sonrisa y no poderme enojar como se debía con ella.
Luego de eso nos pusimos a caminar hacia el Centro, fue una larga caminata, ninguno de los dos quería tomar un bus o algo así, aunque esa debió haber sido la mejor opción, en el camino Eva me preguntó muchas cosas sobre mi, y yo por alguna razón le contesté todas, no entiendo muy bien porque fue, tal vez por lo cautivado que estaba por su sonrisa, o porque no quería caminar todo el trayecto silenciosamente. Le conté mucho sobre mi pasado, sobre mis padres, alguno de mis pasatiempos, como que me gustaba boxear, que tenia una labradora blanca llamada Shiro, incluso información que no debí haberle dicho, como los días que saco a pasear a mi perra, que tengo entrenamiento, cuando estoy solo en casa… que inocente fui.
Una vez en el centro lo primero fue ir de compras, horas y horas viendo todo tipo de ropa, millones de ellas, para comprar solo dos, cuando fuimos a ver ropa interior, demoró horas en el vestidor, y me hiso ir pasándole uno por uno, los miles de sostenes y pantis. Mientras se probaba el ultimo conjunto cuando se lo estaba entregando sostuvo mi mano y de un empujón me llevó dentro del vestidor, me impresioné por la fuerza que tenía, pero mi sorpresa cambió de enfoque al verla a ella en ropa interior. Su cuerpo era perfecto, dudo haber visto una modelo en revista o televisión con mejor cuerpo que el de Eva. Quedé embobado por un momento, pero luego vino el nerviosismo adecuado a la situación.
-¿¡Que crees que estas haciendo idiota!? –Dije muy nervioso mientras intentaba soltarme.
Ella me abrazó rápidamente poniéndome contra la pared del vestidor, en cosa de un instante ya estaba atrapado en sus brazos y no podía moverme, me puse muy rígido y mi amigo de abajo también comenzaba a estarlo de apoco, mientras intentaba que Eva no notara la rigidez mía y de mi amigo, en especial la de mi amigo, inclinaba las caderas hacia atrás, mientras le preguntaba sus intenciones.
-¡Contesta!, mejor aun, ¿podrías soltarme?
-¿Por qué? Sabes que me gustas ¿verdad?, que haga esto no tiene nada de malo, ¿o a caso te desagrada? –Me dijo en un tono pensativo y provocador.
-Eso y esto son cosas muy distintas, para empezar estamos en un lugar publico, no quiero aplicar mucha fuerza por miedo a lastimarte, así que por favor suéltame ya. –Le dije mientras seguía alejando mi pelvis de ella.
-Lo que tu dices no concuerda mucho en como actúa tu cuerpo... –Dijo irónicamente.
Al escuchar eso de Eva me avergoncé demasiado y la empuje con fuerza, me asusté por haberla lastimado, pero al darme cuenta de que su rostro era normal me alivié, entonces me apresuré a salir. Cuando terminó de cambiarse nos fuimos sin comprar ninguna prenda interior, ella parecía molesta, no me había dirigido la palabra después de eso, hasta que nos sentamos a descansar en una plaza. Lo único que me dijo fue “Tu tienes un problema con el sexo, estoy segura”, me impresionó que lo dijera así de golpe, no contesté nada, me limité a mirar el piso, ella notó que no tenia una buena mirada y sostuvo mi cabeza para que la viera, me sonrió y sujetó mi mano llevándome a un centro de juegos. No tocó mas el tema durante el tiempo que estuvimos ahí, fue divertido, mas de lo que esperaba, no imaginé que a una persona de la alta sociedad como Eva le gustaran ese tipo de cosas, jugamos mucho y a muchas cosas, en todas ellas Eva era muy buena, no podía creer la perfección de esta mujer, llegaba a ser irreal ¿habría algo en lo que fuera mala? Terminé agotado y también ella, además del centro de juegos, fuimos por las cosas de Camila, luego pasamos a comer algo, nos entretuvimos con unos niños en el parque, y vimos un cortometraje gratuito, era sobre una comedia adolescente, fue muy graciosa. Me gustaba esa Eva, la que parecía una persona normal, aunque me sentía algo incomodo por no verla comportarse como siempre, loca y pervertida… aun así, fuera de todo pronostico mío, fue un día muy divertido. Para volver, estábamos tan agotados que decidimos tomar el autobús. Nos sentamos al ultimo atrás, teníamos varias bolsas de los encargos de Camila y Eva llevaba dos mas, mientras pasaba el tiempo íbamos quedando cada vez mas solos en el autobús y ella no dejaba de mirarme, por mi parte no apartaba mi vista de la ventana. Estaba nervioso, la mirada de un chica guapa es muy poderosa. El paisaje era plano, las mismas imágenes una y otra ves, arboles de cemento por todas partes, estaba muy cansado y mis ojos pesaban mucho, el movimiento del bus era tan relajante… me quedé dormido. Cuando desperté habíamos pasado por mucho la parada donde debíamos bajarnos, de hecho habíamos pasado todas las paradas, estábamos en la terminal, y para finalizar de buena manera Eva estaba sobre mi. 
-¿Qué haces, tenemos que bajarnos, ya no nos queda otra mas que caminar no es así? –Dije fríamente, al parecer ya me estaba acostumbrando un poco a las acciones de Eva, o bien aun estaba algo dormido como para reaccionar. 
-No te preocupes, el conductor ya bajó y no se dio cuenta que estábamos aquí, pero la puerta esta abierta. –Me dijo sin moverse.
-Como digo, debemos irnos, ¿Puedes bajarte de mis piernas? –Le dije.
Eva me sonrió, y me miró fijamente, esa mirada me hipnotizo, me llevo a otro mundo, estuve divagando largo rato sin poder hablar, moverme o pensar. Estuvimos así un buen tiempo, mirándonos fijamente sin decir nada, hasta que Eva suelta una diminuta carcajada.
-Realmente no se que pasa conmigo, mira que equivocarme tantas veces y de manera tan estúpida. –Dijo entre pequeñas carcajadas.
-¿A que te refieres? –Le pregunte aun medio atontado.
-A lo que te dije la otra vez, estaba totalmente equivocada, Axel, tu no me gustas mucho, yo… te amo. –Luego de decir esto y antes de darme tiempo de reaccionar, Eva me besa.
Fue eterno, o así me pareció a mi, el tiempo se detuvo y no sabia bien donde estaba, solo estaba consciente de que donde fuera que estuviera, Eva me había llevado ahí. Cuando se separó y antes de que pudiera responderle nada puso su dedo sobre mi boca y con la otra mano un dedo sobre la suya.
-La próxima vez que nos besemos, serás tu quien lo inicie. Por ahora llévame a casa, ya no tengo fuerzas para continuar. –Dicho esto se desploma sobre los asientos de al lado.
No entendía muy bien que había pasado, pero era tarde y estaba cansado, decidí no darle vueltas por ahora y regresar pronto a casa. Y ella… tirada en los asientos, no quería caminar, la observé un tiempo, su cara medio dormida era muy linda, me di cuenta de que seguramente ella también se había quedado dormida, eso quería decir que durante un momentos estuvimos durmiendo juntos en el autobús, me imaginé una linda escena, pero no sé si realmente paso algo así, nunca le pregunté. La llevé en mi espalda junto con todas las bolsas y caminé a casa, despreocupado de todo lo que había pasado y oyendo a Eva murmurar cosas entre dormida en mi espalda.
Domingo, otro día de descanso común comenzaba o así era antes, pero ahora ya no soy tan ingenuo como para creer eso, no desde que conocí a Eva por lo menos. Si, desde que me desperté esta mañana he estado consciente de ello, de que mis días normales han terminado, por eso desde el momento en que abrí los ojos… no incluso antes, aun con los ojos cerrados lo primero que hice cuando desperté fue palpar a mi alrededor, al no sentir nada raro, abrí lentamente mis ojos y comencé a observar detalladamente mi pieza, al confirmar que estoy solo, suelto un enorme suspiro, todo esto por ella. Desde lo sucedido el día de ayer, hoy me levante muy cauteloso sabiendo que eventualmente también vería a Eva hoy, como decirlo… aun cuando ya había iniciado a desayunar y no la veía por ningún lado, podía sentir que eventualmente estaba cerca, era algo en el aire, en el ambiente, que me avisaba de esto.
 Ya terminando de desayunar, ordeno mi bolso, hoy tengo entrenamiento de boxeo y las practicas comienzan muy temprano, por lo que a pesar de que es Domingo madrugo y estoy saliendo de mi casa cerca de las nueve de la mañana, ya estoy acostumbrado a esta rutina por lo que no me supone ningún problema levantarme temprano. Habiendo guardado todo el equipo, tomo el bolso y salgo hacia la entrada principal de mi casa. Esta casa no es muy grande, es una casa de tres dormitorios de tamaño regular y uno pequeño, dos baños, una cocina y un living-comedor, tiene un pequeño antejardín que se extiende por un pasillo hasta un jardín trasero mas o menos grande, del cual mi perro Shiro es amo y señor. Obviamente antes de salir de esta casa revise cada rincón para ver si Eva deambulaba por alguna parte y no terminara sorprendiéndome, o peor aun, esta el hecho de que ella puede ponerse a hablar con mis padres, si ya con mi hermana en poco tiempo pudo infectarla a tal punto que logro que la ayudara con sus planes… no me imagino que pasaría si se pusiera a conversar con mi mamá o mi papá. Al no estar en ningún lugar dentro de mi casa, el único sitio posible que queda es… si, como esperaba, estaba del otro lado de la puerta de entrada. Cuando abro la puerta Eva estaba ahí parada, llevaba puesto un vestido de una sola pieza de color gris, una pequeña cartera y sandalias, parecía haberse maquillado levemente lo que hacia resaltar muy bien su hermoso rostro. Por un momento me quedo atónito viéndola, siendo honesto el escot e de su vestido llamaba mucho mi atención y me quede observándolo unos segundos, al volver en mi la miro al rostro y pongo una cara de disgustado y sigo adelante ignorándola, ella comienza a seguirme y con alegre voz me habla.
-¡Buenos días Alex!, si que demoraste en estar listo para salir, estaba cansada de esperarte.
La ignoro completamente, no es que quiera ser malo o que me lleve mal con Eva, es solo que no se como debo reaccionar después de lo que paso ayer… después de todo ella y yo… terminamos besándonos en el bus.
-¡Hey!, no me ignores, llevo mucho esperándote ¿sabes?, ¿Dónde deberíamos ir hoy? –Hace una pausa mientras mira mi bolso.- ¿Para que es ese bolso, iremos de picnic? ¡Que genial!
¿Picnic? Quien rayos pensaría en hacer algo así de la nada, la tentación de risa fue más de lo que pude soportar, no podía creer lo ingenua que podía ser a veces.
-¡Picnic! –Digo entrecortado debido a la risa que me invade.- ¿Quién demonios pensaría que voy de picnic?, que risa.
-Que malo… no te rías de mi como si nada.
-Perdón –Me disculpó secando las lágrimas producidas por la risa.-, no era mi intención, solo me sorprendió lo que dijiste. –Dirijo mi mirada a sus ojos y le sonrió.- Realmente eres un persona muy extraña.
Eva se sonroja y se altera levemente, comienza a mirar a los lados y mirando hacia abajo me dice:
-Tonto, no me llames de esa forma. –Ya mas calmada, apunta a mi bolso.- Y bien. ¿Para que es entonces ese bolso?
-Hoy tengo entrenamiento de boxeo –Respondí con sinceridad.-, no puedo salir a jugar, lo siento.
-¿Boxeo? ¡Te refieres a ese deporte donde los hombres pelean sin nada del pantaloncillo hacia arriba!
-No, yo definitivamente practico con algo puesto…

(Capitulo aun sin completar) 

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