“¡Oh! ¡Que nostálgico!”, fue lo que mi rostro expresaba
cuando mi amiga de la infancia desplegó el centenar de fotografías viejas sobre la mesita de
centro en mi habitación. Mientras ella ordenaba las fotografías en la mesa,
pues llegó y las lanzó sobre está, yo servía bebida y ponía unas frituras para
comer. Era una noche de recuerdos. ¿Qué hacia mi amiga de la infancia en mi
habitación a esas horas? Según ella volvía de la Universidad y se topó con unas
amigas que no veía hace mucho, se entretuvo tanto que perdió la noción del
tiempo y se le había hecho muy tarde así que decidió venir a pasar la noche en
mi casa, pues le daba miedo ir sola a esas horas a la suya.
-Pero no esperaba que tuvieras tantas fotos guardadas. –Me
dijo una vez ordenada las fotos.
-Si, si, más importante, ¿Quién te dio permiso de llegar y
sacar las fotos de los demás? –Le reprochaba.
-No pasa nada, nos conocemos hace mucho, tu casa es mi casa
¿no? –Me sonrió.
-Contigo no se puede… ¡Bien, bien!, como quieras, y bien
¿Qué tenemos aquí? –Dije mientras empezaba a ojear las fotografías.
De verdad era muy nostálgico todo eso, era toda nuestra infancia
plasmada en imágenes, “¡Cuantos recuerdos!” fue lo primero que pensé.
-¡Ah! Esa es de cuando por primera vez te molestaron unos bravucones como lloraste en esa ocasión… -Me dijo en tonó burlesco.
-¿Y de quién es la culpa que me molestaran?, ¡Tú me dijiste
que ese día era de uniformes cambiados, no solo los brabucones me molestaron,
toda la escuela lo hizo!
-¡Que buenos tiempos…! –Dijo mientras se secaba las lágrimas
que le caían por tanto reír.
-¡Escucha lo que la gente te habla! –Rugía enojado.
-Esta es bien antigua, nos estábamos dando un baño juntos,
¡Wah! Estamos completamente desnudos, ¡que lindos! –Dijo mostrándome la foto.
-Va y me ignora… Como sea ¿A ver? –Le dije mientras miraba
la foto.- Tienes razón, completamente desnudos, es increíble que hicieran eso con dos niños sin relación
sanguínea. ¿Qué tan bien se llevan nuestros padres?
-Pero que dices, solo éramos unos niños de 5 años, no tiene
nada de malo. Me pregunto que diría tu novia si viera esta fotografía… ¿se
pondría celosa? –Me dijo con una sonrisa picara.
-Imposible, nadie es tan celoso. –Le respondía mientras
agitaba la mano en señal de negación.
-Y que tal si supiera que hoy pasaras la noche con otra
mujer que no es ella… -Dijo mientras me picaba la frente con el dedo.
-Nuevamente Imposible. –Le sostuve la mano para que dejara
de picarme. –Tú no eres una mujer, eres mi amiga de la infancia, nada podría
pasar.
-¡Eh!, ¿insinúas que no te atraigo en lo absoluto? –Dijo
exagerando su sorpresa.
-¿Así qué si me escuchas cuando quieres? Sí, es exactamente
lo que digo.
-Pues esta foto muestra todo lo contrario, es de cuando te
me confesaste en segundo medio. –Dijo sosteniendo la foto frente a mis ojos.
-¿Existe una foto así? –Le preguntaba mientras miraba la
foto. -¡Ugh! Ahora lo recuerdo…
-Hiciste un gran escandalo ese día. –Me dijo entre risitas.
–Le anunciaste a todo el mundo que hoy tendrías el valor de entregar tus
sentimientos guardados, hasta hiciste que te tomaran una foto en el momento
justo de la confesión. Te veías tan decidido en ese entonces… a pesar de que
solo tenias 15 años tu rostro ese día era el de un hombre.
-Por favor no me lo recuerdes… Pero ya que lo mencionas… nunca
me dijiste tu razón para rechazarme, ¿Por qué fue?
-Tenía miedo…
-¿Eh?, ¿Miedo? –Pregunté sin saber a que se refería
-¡Mira! Estas también son tan tiernas… -Dijo mientras tomaba
unas fotos.
-¡Y ya me estas ignorando de nuevo! –Exclamaba golpeando la
mesa, haciendo saltar unas fotografías. -¿Uh? ¿Y esto? –Dije mientras observaba
una foto que había caído cerca mío.- Esto no debería estar aquí… es algo que
definitivamente no extrañare…
-Umm… ¿A ver? –Dijo arrebatándome la foto de las manos. -¿No
era él tu mejor amigo en el liceo?, que nostalgia… en esos tiempos ustedes eran
inseparable, nunca entendí bien porque se separaron.
-Él me traicionó… Me hizo algo imperdonable.
-¿Así que por eso dices que es algo que no extrañaras y que
desearías olvidar, o apuesto que mejor aun, jamás haber vivido?, ¡Vaya! Con lo
serio y todo que eres, pero aun así hasta tú puedes tener momentos de
estupidez. –Me decía en un tono provocativo.
-¡Que dices, él en verdad me hizo algo muy ma...! –Me
interrumpió
-¿Y qué? Solo por eso piensas que no debió haber pasado,
piensas olvidar y hacer como que nunca ocurrió, yo se lo agradezco, no se que
fue lo malo que te hizo, pero fuera lo que fuera es parte de lo que eres ahora,
si el no hubiese aparecido no serias quien eres en estos momentos ¿no?, tal vez
no te lo parezca pero por muy pequeño que sea el evento este ayuda a determinar
en lo que nos convertimos a futuro. –Me dijo con una expresión muy seria.
-Puede ser pero… -Fui nuevamente interrumpido.
-¿Acaso ese mal evento es lo único que recuerdas de él? –Me
pregunto apuntándome con el dedo.
-Bueno, no… también recuerdo muchas ocasiones en las que nos
divertíamos juntos… -Seguía siendo interrumpido por mi amiga.
-¿Y aun estas enojado con el después de todo este tiempo?
-No es que este enojado como tal, pero… -Vuelta a ser
interrumpido.
-Tu sabes que cuando era pequeña mi mamá tuvo muchos
pretendientes, todos ellos eran muy fugaces, era como “tengo papi nuevo cada
mes” o algo así, al principio los detestaba, a todos ellos, intentaban ser amable
conmigo solo para poder acostarse con mamá, pero hoy no les tengo rencor,
aprendí que todos dejaron un rastro en mi, por muy poco que haya sido el tiempo
que pasé con ellos, dejaron uno, si los combino todos obtengo una huella que
compone lo que soy hoy en día, por eso a veces doy gracias a que aparecieran,
pues sin su ayuda tal vez no seria lo que soy hoy. –Dijo mientras se
desabrigaba un poco.
La observe por un momento, mientras se abanicaba con unas
fotografías y tomaba su gaseosa, todo con un rostro muy serio, suspiré:
-Y pensar que has madurado tanto… tienes razón no debería de
despreciar lo que me hizo quien soy hoy en día. –Le dije mientras me levantaba.
-¿Eh? ¿Para donde vas?
-Por una caja de fotografías, las que guardaba en un lugar
secreto para así no recordarlas.
-¡Oh!, ¡genial! –Me dijo con una enorme sonrisa.
-¡Date prisa, hoy quiero recordar absolutamente todo!
bonito
ResponderEliminar